jueves, 28 de noviembre de 2013

Dimensiones nocturnas.




    Hay gente que está obsesionada con llegar. Solo piensa en una meta y la creen el paraíso. Yo, que no sé ni en qué día vivo, procuro no pensarlo mucho. Yo no quiero llegar nunca y la gente está loca tirando sus fichas, jugando sus cartas, picando billetes por la existencia de ese lugar. Lo importante no es el puerto, sino el mar, que da sentido al puerto. La vida es un mar. Nosotros, peces, nadamos en contra y a favor de la corriente. 
    Yo sólo busco perderme, enmarañarme en pensamientos higiénicos, en ideas vagabundas, creencias de demonios drogados. La vida es fácil, si sigues un mapa, pero está preestablecida, por eso es fácil. No hemos de vivir la historia de ningún personaje. Tal vez por esto odie ser previsible. 
    Admiro a la gente que no quiere llegar. Si no piensas en llegar, piensas en todo lo demás, en lo que de verdad importa. En dónde estás. La vida no se busca, es uno el que debe darse cuenta de la vida o no, es así. 
    Dejar de soñar es dejar de vivir. Al que no le dejan soñar lo obligan  a morir. 


Javier DePablos


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