jueves, 23 de octubre de 2014

Fisiología de un spray


Algún día tus silencios
serán estrellas colgadas de un pincel
porque tus mejillas son ya mis acuarelas
y tu embriaguez
mi güisqui de esta noche.
De tus recuerdos no quiero hablar
porque ladran a mi ventana y en la cama.
La almohada te sigue respondiendo
si te exhalo rabia
pero los sueños aguantan fuertes
y se contraen vomitándote locuras sórdidas
cuando miras al cielo y te preguntas.
Y me pregunto
nociones de lugar y tiempo
absurdas
cuando estoy solo
y cuando bajo la basura
y cuando me emborracho
y cuando enveneno mis retinas
con pasillos de hospital
y de facultad
y de calles absolutamente impregnadas de humo,
el mismo que mirábamos,
el mismo humo que sigue quemando
los recuerdos

y no quiere parar.


Pablos 

No hay comentarios:

Publicar un comentario